Seleccione una mezcla de calidad, adecuada para la producción de café para Moka.

Llene la caldera hasta el nivel inferior de la válvula de seguridad, sin excederla y usando agua dulce, posiblemente baja en escala de cal.

Llene el filtro generosamente, sin presionar el polvo de café, formando una pequeña zanja y evitando que el polvo se derrame en los bordes de la caldera. Cierre la cafetera, enrosque el colector vigorosamente en la caldera y colóquelo en la estufa.

La llama nunca debe envolver la cafetera, sino permanecer dentro del fondo de la misma, para permitir una extracción en el tiempo adecuado y no demasiado rápido. Tan pronto como comiences a escuchar el típico gorgoteo de Moka, el café estará listo y tendrás que apagar el fuego inmediatamente.

Nunca deje que hierva el exceso de café: esto podría quemarlo, comprometiendo su éxito y haciéndolo demasiado amargo.

Disfrute de café caliente, listo, recordando mezclar el contenido del aglutinante: el café extraído al final, de hecho, es menos corpulento que el percolado al comienzo de la ebullición.